En
el año mil 844 es fundado oficialmente y abierto al tráfico internacional el
Puerto de Isabela de Sagua en atención a su magnífica bahía y a las necesidades
comerciales de la rica y extensa zona de la provincia de Las Villas.
Inicialmente
su calado era de 13 pies
y arribaban buques veleros y algunos vapores de rueda. En el año mil 912, tras
haberse efectuado su primer dragado, obtuvo un calado de 16 pies y 4 pulgadas; más tarde
por diversos estudios realizados por el Departamento de Hidrografía Americano,
se descubre un nuevo canal en el paraje denominado La Barra, y se le da al puerto
el calado oficial de 17 pies
y 6 pulgadas.
Su obra de dragado se reinició e interrumpió por varias veces a lo largo de más
de 43 años, que finalizó con el calado de 23 pies.
Fue
considerado durante mucho tiempo como un puerto de primer orden, por su importante
bahía, que es muy extensa, donde desemboca el río Sagua la Grande y la cual está
protegida por un sin número de cayos aledaños, teniendo entre otras de escasa
importancia, dos salidas de inmejorables condiciones a la mar abierta, que son:
“Boca de Maravillas”, por
Nordeste y “Boca de Sagua”, por el
Noroeste; siendo, por la primera de esas bocas, por donde entraban y salían los
buques de travesía.
Este
puerto, con una amplia y bien acondicionada bahía e importantes fondeaderos,
principalmente una Dársena con área de más de una milla que está situada frente
al litoral y en la cual pueden maniobrar y fondear los buques para tomar o
entregar carga, llegó a poseer en la primera mitad de la década del 60 y 70, 4
muelles, 9 almacenes y gran de cantidad de patanas y remolcadores. En sus
muelles podían atracar 8 buques a la vez, los cuales podían tomar hasta 41.600
sacos de azúcar de 250
libras en cada día de trabajo, ya que también disponía
de 16 cuadrillas de estibadores y un proletariado bien organizado que trabajaba
ordenadamente. Posee a también este puerto tres inmejorables vías de
comunicación: el ferrocarril, la carretera y el río.
Su
mayor importación la logra en el año mil 919, cuando recibe más de 45.000
toneladas de mercancías; su más importante exportación de frutos menores la
efectúa en el año mil 946, que se embarcan 400.000 guacales de piña. Y en el
año mil 948, realiza su mayor exportación de azúcares y mieles que fueron
2.300.000 sacos de azúcar centrífuga de 325 libras, 300,000
sacos de azúcar refino de 100
libras, 7.000,000 de galones de miel final, y 5.000.000 galones
de alcohol. Sagua e Isabela han dispuesto siempre de una inmensa cantidad de
maestros y operarios de oficios, debido a su natural industrioso, pues a través
de su Historia, se observa como el día 13 de febrero
del año mil 858, se inaugura la línea del ferrocarril, entre Isabela y Sagua, al
circular el primer tren en el tramo comprendido desde este punto hasta Sitio
Grande, la cual es construida por la empresa denominada “Sagua la
Grande”, que también establece sus talleres por esa época en
Isabela; la que pasó a llamarse en el año mil 899, Ferrocarril de
Cuban-Central, compañía ésta que hubo de trasladar los citados talleres a Sagua la
Grande, por el año mil 904.
Estado
físico y operacional del puerto en nuestros días. Entre mil 975 y mil 985 el
puerto isabelino tuvo la mayor afluencia operacional de buques mercantes
oscilando ésta entre 40 y 45 barcos anuales. En este período de evidente
florecimiento de la economía cubana, las naves que entraban a puerto provenían
fundamentalmente de la URSS, Yugoslavia, Corea, Grecia,
Canadá,
España,
Italia,
Francia
y Alemania
entre otros, propiciando la entrada al país fundamentalmente de madera,
fertilizantes de varios tipos y productos refrigerados y/o la extracción de Cuba de azúcar crudo,
refino o sus derivados fundamentalmente.
A
partir de mil 990 comienza a declinar el uso de esta instalación portuaria
propiciado esto por factores internos y externos. Los factores externos son: •
El desmoronamiento del bloque socialista.
•
El recrudecimiento del bloqueo norteamericano contra nuestra economía
incluyendo las prohibiciones adicionales. Aparejado a esto se unen factores
internos en este período y que subsisten aún hoy en día como son:
•
La falta de mantenimiento a espigones y almacenes.
•
La no renovación de los implementos de carga e izaje (grúas y montacargas) con
una tecnología de fabricación soviética que data de la década del 70 y 80.
•
La conversión de Empresa independiente como siempre lo fue, en una dependencia
de una empresa territorial (EMPRESA DE SERVICIOS PORTUARIOS DEL CENTRO)
radicada en otra provincia por demás (Cienfuegos).
•
La falta de previsión en cuanto a trabajos de dragado en la bahía pues con el
desarrollo y diversificación del comercio marítimo, los 23 pies de calado que
presentan sus fondeaderos son insuficientes para los barcos de gran calado que
se mueven hoy en día por el mundo entero. Todo lo anteriormente expuesto ha
traído consigo que hoy en día un establecimiento portuario como el de Isabela
de Sagua presente al cierre del año 2004 la pobre cifra de 420 700.00 pesos de
producción mercantil teniendo una capacidad instalada capaz de generar hasta un
millón y medio de pesos anualmente.
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